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¿Sabes limpiarte bien los dientes? Los errores más frecuentes que cometemos en el cuidado dental
2/3/2023Jana Uhlir
Lectura 6 minutos
Los artículos de cuidado dental son igual de importantes que los de cuidado facial. Puede que no sea tan divertido y sexy cuidar de tus dientes como probar un maquillaje nuevo, pero al fin y al cabo, una buena higiene dental es muy importante tanto para tu salud como para tu cartera. Todos sabemos que debemos cepillarnos los dientes dos veces al día, pero eso no es todo. Entonces, ¿qué más tenemos que hacer?

¿A ti también te gusta cuando alguien muestra unos dientes sanos, limpios y blancos al sonreír? ¿O eres de los que prefieren no enseñarlos porque no te sientes demasiado orgulloso de ellos? Lo más importante para un buen cuidado dental diario lo encontrarás en tu baño. Sí, eso es: se trata de una limpieza adecuada. ¡Te enseñamos cómo realizarla!

Cómo cepillarse correctamente los dientes

Cepillarse los dientes no es complicado, pero podemos cometer errores. «Es necesario cepillarse los dientes dos veces al día, sobre todo por la noche. Para hacerlo, utiliza cepillos blandos con los filamentos rectos», recomiendan tanto Lucía Esteban como Inés Blanco, especialistas de una clínica de higiene dental de Madrid. Puedes elegir un cepillo manual o uno eléctrico, según tu preferencia personal. 

¿Y cómo hacer para cepillarse los dientes realmente bien y no cometer ningún error? «En la clínica enseñamos a realizar movimientos circulares o vibraciones con el cepillo. Asegúrate de limpiar toda la superficie de los dientes. Lo ideal es que el cabezal del cepillo se extienda siempre hasta la encía,» puntualiza la especialista. 

Cepíllate los dientes, la tele puede esperar

Seguramente te resulte familiar: estás viendo la tele, preparando las cosas para el día siguiente y, entremedias, te lavas los dientes. Pero esto es algo que no les gustaría demasiado a tu dentista o higienista dental. «Puedes pasar por alto algunas zonas durante el cepillado o no realizar una limpieza minuciosa. La gingivitis y las caries pueden aparecer muy rápido, por lo que merece la pena prestar la debida atención a la limpieza dental», aclara Lucía Esteban. Si podemos comer, dormir o pasear por el bosque de manera consciente y poniendo atención a lo que hacemos, también podemos cepillarnos los dientes a conciencia.  

Cepillarte los dientes será (prácticamente) coser y cantar

Cuando hay problemas…

¿Estamos cometiendo otro error que podría costarnos su salud y provocarnos una depresión al pagar el dentista? «Por desgracia, seguimos pensando que podemos curar la gingivitis o la periodontitis en casa con productos sin receta. Pero realmente no funciona así», aclara la higienista dental. Si te sangran las encías, se te forma sarro, se te mueven los dientes o tienes mal aliento, pide cita en la consulta de un dentista o higienista dental. Y no lo dejes para más adelante, hazlo ya.

Acude al dentista si las raíces de tus dientes quedan expuestas y están sensibles. Puede deberse a varias causas, por ejemplo, a una infección. Esta situación no la puedes resolver en casa por ti mismo.

Cómo elegir un cepillo interdental

Otro error frecuente es elegir al buen tuntún el tamaño de los cepillos interdentales. «Cuando una persona elige por sí misma el cepillo, puede que el tamaño no se corresponda con el que realmente necesita», añade la especialista. «Un cepillo interdental demasiado pequeño no limpiará lo suficiente el espacio interdental, mientras que uno demasiado grande puede dañar la encía o el esmalte del diente». Para elegir los artículos de higiene dental adecuados, se debería acudir una vez más al higienista dental o al dentista. 

 «En los dientes muy juntos, sobre todo en los delanteros, a menudo hay que recurrir al hilo dental. En cambio, en los cepillos interdentales rara vez basta con un solo tamaño y, con frecuencia, es necesario elegir varios tamaños», detalla Inés Blanco. Ella misma trata de no elegir más de tres tamaños distintos para no disuadir al cliente de realizar la limpieza. 

Cautiva a todos con unos dientes perfectos y un aliento fresco

Limpieza intuitiva

«Creemos que la limpieza interdental es una cuestión muy intuitiva, así que tratamos de no abrumar a nuestros clientes con manuales detallados sobre qué accesorio de limpieza dental utilizar en cada diente», explica la especialista en higiene dental. Por eso, durante la limpieza, procura utilizar un cepillo interdental que notes que limpia la superficie de los dientes adyacentes. Si no lo hace, entonces es que el cepillo es demasiado pequeño.

Primero, acude a un especialista. Después, cuida de tus dientes en casa

¿Acabas de tomar la decisión de empezar a utilizar los cepillos interdentales de forma regular, tal y como te prometes a ti mismo cuando sales de la consulta del dentista? Antes de nada, pide cita con el higienista dental. Un cuidado eficaz en casa solo puede empezar en el momento en el que los espacios interdentales quedan limpios de sarro y suciedad acumulada que no puedes eliminar en casa por ti mismo. 

La higiene dental no es una intervención cosmética, sino un proceso curativo.

Sobre todo, invierte en un buen cepillo

Según las especialistas, una higiene dental perfecta se consigue siempre con un buen trabajo manual, es decir, utilizando un cepillo y accesorios interdentales. Todo lo demás solo sirve para que el proceso sea más agradable. Un irrigador bucal puede ser de gran ayuda para limpiar los puentes dentales o como toque final después de limpiar los espacios interdentales. Pero no sustituye a los artículos básicos de limpieza. 

A su vez, un enjuague bucal es como un desodorante para la boca. «Te ayudará a sentirte bien y a refrescar tu aliento. En algunos casos, el dentista puede recomendarte un enjuague bucal para ayudarte a cicatrizar más rápido, pero por sí solos, estos productos no hacen gran cosa. Es mejor invertir en artículos básicos de higiene dental, como el cepillo y los accesorios interdentales», recomienda Lucía Esteban.

¿Ya sabes cómo limpiarte bien los dientes y los espacios interdentales? Intenta incluir esas actividades en tu rutina habitual de noche. Solo necesitas un par de minutos más, ¡y tus dientes te lo agradecerán!

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