La dermatitis atópica o eccema atópico afecta al 30 % de la población mundial. Los primeros síntomas suelen aparecer ya en los primeros meses de la vida. En general, son los niños quienes sufren más esta dolencia. Sin embargo, en la mayoría de los afectados por la DA, los síntomas suelen desaparecer después de cumplir diez años de edad.
¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis atópica?
El eccema atópico suele manifestarse en los primeros meses de la vida del bebé. En la piel seca aparecen ampollas enrojecidas que obligan a quien lo padece a rascarse la piel irritada. El rascado, a su vez, agrava el problema.
En las personas afectadas se pueden observar distintos grados y manifestaciones de la dermatitis atópica. Las zonas típicamente afectadas son la frente, las cejas, el cuello, el tronco, así como los brazos y las piernas, especialmente en las áreas situadas detrás de las rodillas y en los pliegues de los codos. En caso de que observes en tu bebé cualquier síntoma que te haga dudar si se trata de DA, te recomendamos consultarlo con el dermatólogo para evitar que los síntomas progresen a una fase más grave. Si el dermatólogo confirma el diagnóstico de DA, es necesario tomar medidas o incluso modificar el estilo de vida para mantener los síntomas bajo control.
Las manifestaciones de DA no son constantes; las fases sin síntomas se alternan con aquellas en las que los síntomas se agravan. El desencadenante puede ser el estrés o el cambio de clima. El clima seco y frío puede desencadenar el brote del eccema; en cambio, el clima húmedo y caliente puede aliviar la piel atópica.
Causas de la dermatitis atópica
Esta enfermedad cutánea no es contagiosa; su causa principal es la predisposición genética a reacciones alérgicas, como el asma, la rinitis alérgica o la conjuntivitis.
- El 50 % de los niños, cuyo padre o madre es alérgico, desarrollará la dermatitis alérgica.
- El 80 % de los niños, cuyos ambos padres son alérgicos, manifestará los síntomas de DA.
No solo la genética, sino también el medio ambiente influyen en el desarrollo del eccema atópico. Los núcleos urbanos con altos niveles de polución contribuyen a la aparición de la dermatitis.
Uno de los rasgos característicos de la dermatitis atópica es la alteración de la función protectora de la piel. La barrera cutánea no es capaz de proteger eficazmente la piel, y esta se vuelve sensible y frágil. Algo tan cotidiano como tomar una ducha o un baño puede ser muy desagradable para quien padece eccema atópico. La higiene personal y otras actividades que realizamos a lo largo del día exponen nuestra piel a alérgenos que la penetran, causan infecciones y provocan picor. La persona afectada por la dermatitis atópica tiende a rascarse, lo que contribuye al deterioro de la barrera cutánea.
Qué ayuda para el eccema atópico
La dermatitis atópica tiene carácter crónico; el tratamiento es a largo plazo, pero sus síntomas se pueden mitigar durante las fases agudas o, al menos, prolongar las fases de calma. La DA se suele tratar con corticoides o inmunosupresores; es recomendable pasar estancias junto al mar, seguir rigurosamente los consejos para controlar la DA y, por supuesto, mantener una rutina de cuidado de piel adecuada.
Productos cosméticos y cuidado de la piel atópica
La piel atópica tiende a secarse, lo que provoca picor. Por lo tanto, es importante hidratarla no solo durante los brotes, sino también en las fases de calma para prolongarlas. Prueba una crema hidratante o una pomada para la piel atópica, indicadas incluso para la delicada piel infantil, y mantén tu piel siempre hidratada y suave. Apuesta por sustancias activas, como los ácidos omega-6 o el licocalcón A, que aportan la elasticidad necesaria a la piel.
Consejos para el baño para la piel atópica
- El agua de la ducha o del baño no debería superar los 33 ºC.
- El tiempo ideal de la ducha o del baño es de 3 a 5 minutos.
- Utiliza detergentes sin jabón o cosméticos destinados a pieles atópicas con pH fisiológico. Lo ideal es optar por aceites y geles limpiadores para la piel atópica.
- Evita el uso de esponjas o guantes de baño que puedan irritar la piel.
- Tras el baño, enjuaga bien la piel y sécala suavemente sin frotarla.
- Nada más salir de la ducha, hidrata tu piel con una crema corporal para piel atópica y, en el rostro, aplica una crema facial para piel atópica.
Los mejores cosméticos para la dermatitis atópica
Tratamiento de la dermatitis atópica
Uno de los métodos más eficaces para minimizar los síntomas de DA es el tratamiento con corticosteroides, que debe recetar el médico. Los corticoides combaten la inflamación en la piel, pero deberían emplearse únicamente en la fase aguda y por tiempo limitado, ya que pueden presentar efectos secundarios a largo plazo.
Los imunosupresores no son tan potentes como los corticoides y actúan directamente sobre la zona afectada. En los últimos años se han desarrollado nuevos tratamientos que podrían ayudar a tratar la DA de forma eficaz tanto en niños como en adultos.
Tratamientos naturales
Los tratamientos naturales indicados para la DA consisten en tomar baños de barro, aplicar envolturas de salvado, utilizar la sal del Mar Muerto, el aceite de cáñamo o la turba. También se recomienda pasar unas semanas al año junto al mar y seguir las reglas básicas para controlar la DA.
Más consejos para tratar el eccema atópico
Vacaciones en la playa
El agua del mar es muy beneficiosa para la piel atópica. Las estancias junto al mar deberían prolongarse al menos durante 15 días para obtener los efectos esperados. Si planeas pasar tus vacaciones en la playa y sufres de eccema atópico, no olvides llevar una protección solar adaptada a las necesidades de tu piel.
Reglas básicas para los atópicos
- Mantén las uñas cortas y limpias para evitar infecciones en la piel si te rascas.
- Evita el contacto con los acáros del hogar y el polvo que puede acumularse en sábanas, cortinas o colchones.
- Utiliza ropa de tejidos naturales, como el algodón, y prescinde de materiales sintéticos.
- Emplea detergentes suaves y deja de utilizar los suavizantes.
- Mantente fuera del alcance de los rayos solares entre las 11 y las 16 h y, al estar al sol, aplica siempre el protector solar en tu piel.
- Reduce el consumo de lácteos, nueces y frutos del mar, ya que estos alimentos pueden desencadenar un brote de DA.
- Evita el consumo de alcohol y tabaco.
- El descanso es muy importante; duerme lo suficiente y procura evitar el estrés.