Con la edad, todo el mundo debe enfrentarse a ellas. Las arrugas son pequeños pliegues en la piel que aparecen en la frente, alrededor de los ojos, entre las cejas y alrededor de la boca y que se hacen más profundas con el paso del tiempo. A pesar de que la aparición de las arrugas es un proceso natural, puedes influir significativamente en su intensidad y cantidad. Sigue leyendo para descubrir qué es lo que funciona para las arrugas y el envejecimiento de la piel y cuál es la mejor forma de prevenir su aparición.
Los distintos tipos de arrugas y sus causas
- Arrugas causadas por el envejecimiento de la piel: Con el paso de los años, la piel sufre una disminución progresiva de los niveles de elastina y colágeno, que son los responsables de su elasticidad y firmeza. Por esa razón, aparecen pequeñas arrugas alrededor de los ojos y la boca y en la frente.
- Arrugas por la deshidratación de la piel: El agua constituye hasta un 75 % de nuestro cuerpo. Si te falta, la piel no se regenera lo suficiente y pierde firmeza. A causa de la deshidratación se forman sobre todo arrugas en la frente.
- Arrugas de expresión: Aparecen en las zonas de los pliegues en la piel al contraer repetidamente los músculos al reír, fruncir el ceño o entornar los ojos. Lo más habitual son las arrugas de expresión alrededor de la boca, entre las cejas y las patas de gallo en el contorno de ojos.
- Arrugas debidas a una postura inadecuada al dormir: Al dormir boca abajo o de lado, la piel se comprime durante varias horas y se marcan líneas en los pliegues. Estas arrugas en el escote o alrededor de los labios o los ojos se pueden evitar durmiendo boca arriba.
Factores negativos que influyen en la aparición de arrugas
En la formación de arrugas influye nuestra genética, el entorno y también nuestro estilo de vida. No podemos cambiar nuestra predisposición genética, pero sí que podemos modificar nuestra alimentación y nuestros hábitos. Apuesta por la prevención antiarrugas y evita principalmente estas influencias negativas:
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Una ingesta de líquidos insuficiente y una alimentación poco saludable con exceso de grasas.
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Fumar y permanecer en espacios llenos de humo, consumir demasiado alcohol y cafeína.
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Un cuidado inadecuado o insuficiente de la piel, la deshidratación de la piel, no desmaquillarse ni limpiarse la piel.
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Exponer tu piel al sol en exceso y no utilizar cremas bronceadoras ni cremas faciales con SPF.
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Los cambios de peso radicales y las dietas drásticas.
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La falta de descanso y de sueño. El estrés y un estilo de vida frenético.
Cómo deshacerse de las arrugas
Para combatir las arrugas debes utilizar todas las armas eficaces que tengas a tu disposición. Modifica tu rutina de cuidado de la piel y complétala con gimnasia facial y masajes antiarrugas para fomentar la producción de colágeno y mantener la piel flexible incluso en la vejez. Recuerda que las personas con la piel seca y deshidratada son más propensas a tener arrugas. Por tanto, la hidratación debe estar en primer lugar.
Reglas del cuidado facial antiarrugas
- Desmaquillar y limpiar. La suciedad y los restos de maquillaje sobrecargan la piel, impiden su regeneración y no dejan que los cosméticos antiarrugas actúen correctamente. No te olvides de limpiar tu piel por la mañana ni de tonificarla.
- Hidratar y utilizar un cuidado específico. Céntrate en un cuidado facial con ingredientes hidratantes y antienvejecimiento. Comienza por un sérum antiarrugas que actúe eficazmente en las capas más profundas de la piel. Y continúa con una crema antiarrugas hidratante. En el delicado contorno de ojos debes aplicar una crema antiarrugas específica para contorno de ojos mediante suaves golpecitos con las yemas de los dedos.
- Proteger la piel del sol y las demás influencias negativas. Evita el envejecimiento prematuro aplicando una crema con SPF en el rostro siempre que salgas de casa. En invierno, utiliza cremas protectoras que eviten que la piel se reseque por el frío.
- Regenera tu piel. Aplica con regularidad en el rostro un exfoliante antiarrugas, que se encargará de regenerar tu piel de manera más rápida. Combina su uso con una mascarilla facial antiarrugas.
Los mejores ingredientes de los cosméticos antiarrugas
- Ácido hialurónico: es un componente natural de nuestra piel. Ayuda a retener el agua en la piel y fomenta la producción de fibras de elastina y colágeno. Combate el envejecimiento prematuro y contribuye a reducir las arrugas.
- Retinol: un eficaz antioxidante que ayuda a regenerar la piel más rápidamente y a alisar las arrugas.
- Colágeno: es el responsable de mantener la firmeza y elasticidad de la piel, pero con la edad disminuye, y por eso es necesario reponerlo. Aumenta la resistencia de la piel frente a las influencias externas.
- Coenzima Q10: Protege la piel del impacto de los radicales libres, que provocan su envejecimiento prematuro. Reduce la visibilidad de las arrugas.
- Vitamina C: Favorece la producción de colágeno en la piel y protege las células cutáneas de los daños provocados por los radicales libres.
- Y además: vitamina E, ceramidas, péptidos, ácidos AHA, cafeína, manteca de karité o té verde.
Masaje antiarrugas
El masaje libera la tensión muscular, mejora el riego sanguíneo de la piel y favorece su regeneración, la reafirma y la alisa. Lo mejor es realizar los masajes faciales antiarrugas por la noche con la piel limpia, aplicando primero tu crema, aceite o sérum antiarrugas favorito. Puedes realizar el masaje con los dedos o utilizar un rodillo de masaje facial o una placa gua-sha. Repite tres veces cada movimiento:
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Comienza por el cuello. Realiza suaves movimientos ascendentes desde la parte inferior del rostro hacia los lados.
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En la zona entre las cejas, realiza movimientos semicirculares ascendentes hasta el borde exterior de la frente y las sienes.
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Realiza círculos alrededor de los ojos. Comienza por el nacimiento de la nariz, pasando por los arcos superciliares hasta el extremo exterior del ojo y, desde ahí, realiza el movimiento de vuelta por debajo del ojo hasta el punto de partida.
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Masajea las mejillas realizando semicírculos desde la nariz hasta debajo de los pómulos y desde el mentón hacia las sienes.
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Para terminar el masaje, dedícales un momento a las arrugas nasolabiales, realizando movimientos que van desde el mentón a la nariz, pasando por alrededor de los labios.
La piel y la menopausia
Durante la menopausia, las arrugas ya no son el único problema de la piel. La piel está mucho más seca, frágil y sensible, se vuelve más fina, pierde densidad, se produce la flacidez de los contornos del rostro y aparecen manchas de pigmentación con mayor frecuencia. ¿Cómo cuidar de la piel durante la menopausia?
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Limpia tu rostro con productos suaves adecuados para pieles secas y sensibles. Al lavarte el rostro, utiliza únicamente agua tibia.
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En función del estado de tu piel, elige un exfoliante enzimático o un exfoliante a base de ácido glicólico. Protege tu piel de la radiación solar, y no solo después de la exfoliación.
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No te olvides de utilizar productos que contengan ceramidas y ácidos grasos omega 3 y 6, presentes, por ejemplo, en la manteca de karité, pues favorecen el funcionamiento correcto de la barrera cutánea.
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Siempre que tengas sensación de sequedad durante el día, aplica una crema hidratante con ácido hialurónico y glicerina en el rostro. También puedes refrescar tu piel con agua termal en spray.