Los dermocosméticos forman una categoría específica de productos para el cuidado de la piel que cumplen con los exigentes requisitos de la industria farmacéutica. Estos productos se desarrollan en colaboración con expertos en el campo del cuidado de la piel (dermatólogos, pediatras, oftalmólogos, farmacéuticos) y están basados en su elevada eficiencia y seguridad, confirmadas por estudios clínicos. Los productos de cosmética dermatológica son hipoalergénicos, son adecuados para la piel sensible y cumplen con los estrictos requisitos y certificados de producción; distintos de los de los tratamientos cosméticos convencionales.
Los cosméticos dermatológicos se caracterizan por estar desarrollados y probados clínicamente en estrecha colaboración con dermatólogos, ofreciendo, de este modo, la máxima eficiencia y seguridad del ámbito farmacéutico, por lo que a veces se los denomina "cosméticos de farmacia".
Gracias a los conocimientos procedentes de la investigación científica en el terreno de la dermatología, cosmetología y, muy especialmente, de la farmacología, las marcas de cosméticos dermatológicos sacan constantemente al mercado nuevos productos especializados e innovadores, que ofrecen a los clientes las soluciones más avanzadas y eficaces para el cuidado de la piel del rostro.
Cualquier persona puede usar los cosméticos dermatológicos: mujeres y hombres de todas las edades, incluidos niños. Son la mejor opción para todo aquel que se interese por la composición de los productos que usa y por el modo en que estos se fabrican y, muy especialmente, para quienes deseen depositar su confianza en las manos de los expertos del sector que aportan soluciones específicas para el cuidado de la piel. Los cosméticos dermatológicos también son adecuados para personas con la piel sensible que esperan resultados fiables y eligen calidad, seguridad y garantía.