Cómo dar el pecho correctamente
¿Qué postura y técnica elegir, cuánto tiempo, con qué frecuencia y qué comer en este periodo? Aprende todo lo que quieres saber sobre la lactancia materna y descubre qué vas a necesitar.
La mayoría de las mamás primerizas tienen ganas de dar el pecho. Pero también es cierto que tienen todo tipo de ideales distorsionados sobre la lactancia materna y que, a menudo, se decepcionan cuando las cosas no salen exactamente como deberían.
Los comienzos
Es bueno poner al bebé recién nacido al pecho inmediatamente después del parto, pues en esos momentos su reflejo de succión es muy fuerte y las oportunidades de que el bebé succione sin problema son muy altas. No te sorprendas si la succión duele los primeros días (a veces incluso semanas), simplemente los pechos no están acostumbrados a la lactancia y necesitan un tiempo de adaptación. Por eso, es buena idea equiparte con una crema cicatrizante para los pezones, cuya alternativa más económica es la lanolina pura, que encontrarás en cualquier farmacia.
Al principio las glándulas mamarias producen el calostro, que es un cóctel absolutamente extraordinario de vitaminas a medida de las necesidades de tu bebé. Al cabo de unos días empieza a producirse la leche materna, que es el alimento más natural para el bebé en los primeros meses de vida.
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¿Qué hacer cuando hay poca leche?
Aunque la situación de no tener suficiente leche puede ser muy estresante para ti, que no cunda el pánico. Prueba a abrazar y acunar mucho a tu bebé, porque precisamente el contacto entre la mamá y el bebé es lo que desencadena la lactancia. No dudes en llamar a una asesora de lactancia materna, que seguramente estará encantada de ayudarte.
Sin embargo, a veces ocurre que la leche no sube, o que simplemente no hay suficiente. En ese caso, hoy día puedes encontrar en el mercado una gran variedad de leches de fórmula de gran calidad. No te preocupes innecesariamente y trata de abordar la situación con tranquilidad. Al fin y al cabo, lo más importante es que tu bebé no pase hambre.
Qué comer y qué evitar cuando das el pecho
Al principio, trata de evitar los alimentos que provocan gases. Quizás tu bebé ni siquiera lo note si te tomas una crema de brócoli seguida de unos guisantes con pan, pero lo más probable es que sufras una noche de insomnio y llena de llantos por los gases atascados después de un menú así.
Introduce gradualmente en tu dieta los alimentos que provocan gases y muy pronto descubrirás qué le sienta mejor a tu bebé.
A la hora de alimentarte, recuerda que lo que tú ingieras, de algún modo, lo come también tu bebé. Por tanto, deberías alimentarte con productos de calidad: carne blanca y roja, pescado, frutas y verduras, arroz, patatas o copos de avena. De beber, toma infusiones aptas para la lactancia, agua sin gas o zumos de fruta fresca.
¿Cuánto puede durar la lactancia?
Nadie puede responderte a esta pregunta. Hay quien opina que, con el crecimiento de los primeros dientes, la naturaleza indica que es el momento de ir introduciéndole al bebé alimentos sólidos y abandonar poco a poco la lactancia hasta el año. Otras mamás dan el pecho hasta los tres o cinco años y también son felices.
Sobre todo, es importante mencionar que también es una opción perfectamente válida si no quieres dar el pecho. Es tu decisión y nadie tiene derecho a juzgarte. La lactancia materna es algo muy natural, pero, al mismo tiempo, puede ser el origen de un estado de ánimo depresivo o melancólico. Guíate por tu propio criterio y no tengas miedo a defender tu opinión.
Cómo hacer más fácil la lactancia materna
Los primeros días o semanas con un recién nacido son emocionalmente muy intensos. Entre otras cosas, ocurrirá que siempre que oigas el llanto de un bebé (ya sea el tuyo u otro), o escuches una historia conmovedora sobre un cachorro, o veas una familia idílica en un anuncio de detergente... la leche empezará a fluir de tus pechos espontáneamente. Para esos momentos, es buena idea llevar en el sujetador unos discos de lactancia desechables o lavables para absorber la leche y que no se te moje la camiseta.
Un sujetador de lactancia es otra de las cosas que te facilitará y agilizará mucho la lactancia. También te resultarán muy útiles las pezoneras, que pueden aliviar una lactancia dolorosa o ayudarte en caso de tener los pezones planos o invertidos.
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