La piedra pómez es un aliado perfecto en el cuidado de los pies. Su superficie abrasiva suaviza la piel de los talones, codos y otras partes del cuerpo propensas a la formación de durezas. Gracias a la piedra pómez podrás disfrutar de unos pies perfectamente suaves durante todo el año.
Cómo usar la piedra pómez
Primero ablanda la piel de tus pies con el agua caliente.
Humedece la piedra pómez y empieza a eliminar las durezas de los talones. La piel ablandada por el agua se quita de forma fácil sin necesidad de ejercer presión. micropartículas abrasivas.
Limpia la piel y repite hasta quedar satisfecho con el resultado.
Ten en cuenta que también la piedra pómez se va gastando poco a poco y que hay que limpiarla después de cada uso.
Seca la piel de los pies con una toalla y aplica una crema para pies o el aceite de coco para hidratar la piel.
No olvides limpiar la piedra pómez después de cada uso para que te dure mucho tiempo. Puedes usar un cepillo de dientes que ya no usas u otro tipo de cepillo para eliminar los pequeños trocitos de la piel muerta que quedan atrapados en los poros de la piedra pómez. De vez en cuando es aconsejable desinfectar la piedra en agua hirviendo.
Tipos de piedra pómez
Elige el material que mejor te convenga; la piedra pómez natural está hecha de roca volcánica, cuya superficie es porosa y es muy eficaz para quitar las durezas de la piel. Sin embargo, la piedra pómez sintética tiene las mismas cualidades y eficacia que la piedra natural.
Consejos para deshacerse de las durezas de los pies
Aparte de la piedra pómez puedes encontrar en el mercado toda una serie de productos destinados para el cuidado de los pies, como exfoliantes para los pies con micropartículas abrasivas para suavizar y masajear los pies, calcetines exfoliantes o limas eléctricas, que eliminan las durezas de la piel de forma fácil y rápida.