Resumiendo mucho, se podría decir que el desodorante protege del mal olor, mientras que el antitranspirante protege tanto del mal olor como del sudor. La sudoración es un mecanismo termorregulador del cuerpo humano, totalmente natural, mediante el cual se eliminan las sustancias nocivas del organismo. El sudor no huele mal; lo que provoca el olor desagradable es la acción de los microorganismos presentes en la piel.
Por eso, los desodorantes contienen sustanciasantibacterianas y aromáticas que impiden la proliferación de las bacterias y, además, te proporcionan una sensación de frescor. La función principal de los desodorantes es muy sencilla: hacer que el sudor no huela mal. Pero no evitan la sudoración en sí misma. ¿Cuándo elegir un desodorante? Si no tienes problemas de exceso de sudoración o no tienes previsto realizar un gran esfuerzo deportivo, lo más probable es que te baste con un desodorante, que mantendrá tus axilas frescas y sin malos olores durante 24 horas.