4. Ingredientes inusuales
Tienes un nuevo perfume, pero los ingredientes siguen siendo los mismos de siempre. Si ya te has cansado un poco de la rosa, la madera de sándalo y la bergamota, atrévete a experimentar con nuevos ingredientes, aunque puedan parecer el menú de un cocinero loco. Arroz, sésamo, algas marinas, pistachos, cáñamo... así puede oler tu nuevo perfume. ¿Te atreves a ampliar tus horizontes?
5. Fragancias funcionales
El objetivo de los perfumes puede estar clarísimo: simplemente queremos oler bien (y recibir cumplidos de los demás). Pero según las nuevas tendencias, un frasquito puede cambiar tu estado de ánimo en función de su composición. Prueba el jazmín o la lavanda para tranquilizarte. O recarga energía con la menta y los cítricos. Aprovecha al máximo el poder de los perfumes.
6. Nueva vainilla
Oda a los años noventa. La vainilla huele a nostalgia, pero también a bienestar y calidez. No es excesivamente dulce, sino más bien dulcemente sexy, y queda bien con otros acordes «comestibles», como por ejemplo, el cacao, las frutas del bosque o los cítricos. Quizá te parezca más una fragancia de invierno, pero en realidad se lleva todo el año. El 2023 es el año del perfume de vainilla.