Lo segundo: la nariz. Sinceramente, durante mucho tiempo pensé que aplicar el iluminador en la nariz era algo de la era de los tutoriales de YouTube del año 2016. Pero después me di cuenta de que, si lo haces bien y aplicas solo un poquito en el sitio adecuado, donde cae la luz de forma natural en la punta y el borde de la nariz, queda divino. Sin que la nariz quede como una bola de discoteca, sino más bien como si acabaras de salir del spa.
Y ahora, cuidado, ¡sleek bun squad! Si te encantan los moños casuales y dejar la frente al descubierto, aplica un poco de iluminador justo debajo de la línea del cabello, evitando el centro de la frente si no quieres parecer un router acalorado. Y lo mismo pasa con la barbilla, pues el iluminador en la barbilla siempre provoca un efecto graso; y eso no es lo que quieres.
¿Y al final del todo? En el extremo del ojo. Si te pones un poco de iluminador ahí, parecerá que has dormido ocho horas aunque hayas estado viendo una serie de monjas asesinas hasta las tres de la mañana. Todo un triunfo.
Entonces, ¿qué te parece? ¿Le vas a dar una oportunidad al nuevo modo de aplicar el iluminador? ¡Y no te olvides de una cosa! No es oro todo lo que reluce. Pero la mayoría puede ser el iluminador, convéncete con nuestro vídeo.