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Los codos y el escote. ¿Qué otras zonas solemos descuidar en nuestro día a día?

19/2/2024

Jana Krajco

Lectura 5 minutos

Mientras que nuestro rostro y cabello son mimados como niño caprichoso y para cuidarlos elegimos siempre los mejores ingredientes, consintiéndolos con todo lo que necesitan, hay partes del cuerpo que a menudo quedan fuera de nuestra rutina de belleza. Olvídate de la actitud «ya se las apañarán» y mímate con el mejor cuidado de la cabeza a los pies.

Cuello y escote

¿Intentas engañar a la naturaleza de todos los modos posibles y quitarte algunos años de encima (al menos en tu aspecto)? Entonces ten cuidado de que no te traicionen tu cuello y tu escote, pues las arrugas y la piel flácida también les afectan. Y como la piel de estas zonas es más fina y delicada y tiene menos glándulas sebáceas que en las otras partes del cuerpo, sufre aún más los efectos de la radiación solar y otras influencias del entorno. 

Por esta razón, a la hora de limpiar, hidratar y exfoliar la piel, debes aplicar tus cosméticos favoritos también en las zonas inferiores del rostro. Y si a tu nueva rutina de cuidado del cuello y el escote le agregas un paso más, como una mascarilla o un masaje, verás un agradable cambio para mejor. 

Rodillas y codos

A pesar de que sabemos que son las partes más secas del cuerpo, seguimos ignorándolas de todas formas. En los codos y las rodillas es donde encontramos las mayores capas de células cutáneas muertas, de modo que la primera misión está clara: despedirse de ellas con una exfoliación corporal minuciosa masajeando la zona concreta y frotándola durante al menos 30 segundos. Después, aplica una generosa dosis de crema o leche hidratante. No te hará daño ninguno acordarte de tus codos cada vez que te eches crema en las manos

Comienza a hidratar intensamente tu piel

Axilas

Las depilamos o rasuramos, les aplicamos desodorantes o antitranspirantes y, por si fuera poco, frotamos la sensible piel de las axilas cuando nos lavamos. En fin, no se lo ponemos fácil a las axilas. ¿Qué puedes hacer por ellas? Lo más fundamental es, sin duda, la limpieza diaria. Durante la depilación, utiliza siempre gel, agua caliente y unas cuchillas afiladas para que el proceso sea lo más delicado posible. 

Una vez a la semana (aproximadamente), realiza una exfoliación en las axilas (sí, también en esta zona se acumulan células muertas e impurezas) y recompénsalas por ese trabajo duro con una buena hidratación. Sin embargo, recuerda que las axilas no necesitan una hidratación tan frecuente como otras partes del cuerpo; basta con una o dos veces a la semana. 

Espalda

El hecho de que no nos llegamos a ella no debería servirnos de excusa. Además del sudor y de las células cutáneas muertas, en la espalda podemos encontrar también restos de productos capilares y caspa que se caen del cabello. Así que hazte con un cepillo o esponja de ducha con el mango largo y, en el próximo lavado, concédele a tu espalda la atención que se merece. Además, así ayudarás a prevenir la aparición de acné. En lo que respecta a la hidratación y a la nutrición, seguramente tu espalda te agradece que de vez en cuando te pongas en las hábiles manos de los masajistas y sus aceites

Disfruta de una exfoliación de todo el cuerpo

Glúteos

Ya que estás con la espalda, baja todavía un poco más. Todo el mundo quiere tener una piel firme y sedosa en los glúteos, pero, en verdad, no hacemos demasiado por conseguirla. Además de hacer ejercicio y realizar una exfoliación regular, también puedes probar el dry brushing, es decir, un cepillado en seco. La clave del éxito son los movimientos circulares y la delicadeza. Así, estimularás la circulación sanguínea y dejarás claro a la celulitis que no es bienvenida ( también puedes combatir la celulitis con cremas especiales). No te olvides de hidratar los glúteos con una crema reafirmante después de cada ducha o baño.

Pies

Si no acudes regularmente a hacerte la pedicura, trata al menos de mimar tus pies de vez en cuando con una pequeña sesión de wellness en casa. Sumerge los pies en agua caliente durante 15 o 20 minutos y añade un aceite aromático para que el ritual sea aún más agradable. A continuación, toma una piedra pómez para pies y comienza a eliminar la piel seca y las durezas. Para facilitar el trabajo, puedes probar una lima eléctrica para los talones y las plantas de los pies. Un exfoliante para pies también es un aliado estupendo, además de oler bien. Finaliza el ritual de cuidado secándote cuidadosamente los pies y aplicando una buena dosis de crema hidratante para pies.

Mima tus pies con estos productos

¿Has tomado conciencia, al igual que nosotros, de la importancia de prestar atención a las zonas del cuerpo que sueles descuidar en tu día a día? Ponte con ellas, ¡se lo merecen!