Descubre los beneficios y los efectos relajantes de la vaporización facial
¿No tienes tiempo ni energía para ir al salón de belleza, pero quieres mimar tu piel con un tratamiento facial profesional? Prueba la vaporización facial: una forma sencilla y eficaz de limpiar en profundidad y mejorar el aspecto de tu piel. Una sauna facial proporciona un tratamiento facial con resultados profesionales, pero sin necesidad de acudir al salón de belleza.
Qué es un vaporizador facial y cuáles son sus beneficios para la piel
Un vaporizador facial o sauna facial es un aparato de belleza que convierte el agua en un suave vapor caliente. Después solo hay que colocar el rostro en el aparato y… ¡a relajarse!
Beneficios de la vaporización facial:
- Abre los poros: el vapor caliente dilata y abre los poros de la piel del rostro.
- Hidrata: las partículas de agua en forma de vapor pueden penetrar fácilmente en la piel e hidratarla en profundidad. La piel lucirá un aspecto fresco y radiante.
- Limpia la piel: el vapor elimina las impurezas y el exceso de sebo de los poros abiertos. Por lo tanto, se aconseja el uso del vapor facial para eliminar el acné y los puntos negros.
- Favorece la circulación sanguínea: de la misma forma que una sauna clásica, una sauna facial estimula el flujo sanguíneo en el rostro. Puede que inmediatamente después de aplicarte el vapor en la piel se te ponga rojo el rostro, pero al cabo de unos, la circulación se calmará y tu piel quedará bonita y luminosa.
- Rejuvenece: el aumento de la circulación sanguínea favorece la producción natural de colágeno y elastano, que mejoran la elasticidad de la piel. Así puede ayudar a prevenir la aparición de las arrugas.
- Potencia el efecto de los productos cosméticos: después de aplicar el vapor la piel está preparada para recibir y absorber mejor todos los ingredientes activos de los productos cosméticos.
- Relaja y alivia: también cabe mencionar que la vaporización aparte de los efectos ya mencionados relaja los músculos faciales y contribuye al bienestar mental. Pon tu música o tu serie favorita y permítete unos momentos para relajarte.
Cómo utilizar una sauna facial
- Bebe mucha agua: el día que te aplicas el vapor facial es necesario que tomes suficiente líquido. Durante la aplicación del vaporizador la piel suda mucho, por lo que debes hidratar bien tu cuerpo por dentro.
- Limpia tu piel: hazte un recogido o retira el cabello de tu rostro con una diadema cosmética. Limpia a fondo tu rostro, cuello y escote, retirando los restos del maquillaje, la grasa y las impurezas con agua micelar u otro limpiador. Aplícate un exfoliante facial para eliminar las células muertas de la piel. Por último, aclara la piel con agua para eliminar los productos que te hayas aplicado.
- Prepara el vaporizador: llena el déposito del dispositivo con agua destilada y sigue las instrucciones del fabricante para activarla. El agua de grifo contiene minerales y otras sustancias que pueden provocan la acumulación de cal en el aparato.
- Aplica el vapor: mantén la cara a unos 30 cm de la fuente de vapor para evitar irritaciones. Cierra los ojos, relájate y disfruta de su sauna facial. Se recomienda aplicar la vaporización facial de 10 a 15 minutos.
- Aclara: aclara la cara con agua tibia para eliminar el sudor y las impurezas que hayan salido de la piel. Sécata el rostro suavemente con una toalla. Ahora tu piel está perfectamente preparada para recibir otros tratamientos.
- Aplícate una mascarilla facial: si tienes puntos negros o poros obstruidos, utiliza una mascarilla desintoxicante para eliminar las impurezas de los poros abiertos. También puedes optar por una mascarilla tisú calmante. Puedes saltarte este paso, pero si sueles usar las mascarillas faciales, ésta es el momento idóneo para sacarles el máximo partido.
- Usa tus productos cosméticos habituales: ahora deberías hidratar tu piel. Puedes utilizar un tónico, tu sérum facial favorito y, sobre todo, no olvides aplicar una crema facial nutritiva para sellar la hidratación vapor dentro de tu piel.
Sauna facial: cada cuándo es bueno aplicarla
- Si tienes la piel grasa, puedes aplicarte el spa facial 2 o 3 veces por semana.
- Si tienes la piel normal, normal a seca o mixta, es mejor que reduzcas el uso del vaporizador a una vez a la semana.
- Si tienes la piel muy seca o sensible, quemaduras solares, dermatitis u otros problemas cutáneos, deberías tener en cuenta que el vapor podría irritarla. Si aun así quieres probar la sauna, asegúrate de hacer un pequeño descanso cada 2 minutos para comprobar cómo tolera tu piel la vaporización.
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