¡Los domingos son maravillosos! No paras ni un momento en toda la semana, pasas el sábado con la familia o los amigos, así que, ¿por qué no reservar el domingo solo para ti? Aunque no puedas tenerlo entero, dedícate al menos una hora de autocuidado e inspírate en mi guía de cuidado facial relajante.
Si tuvieras que imaginarte tu domingo ideal, ¿cómo sería? El mío sería así: comería con la familia y, justo después, los demás saldrían a dar un paseo para que yo tuviera toda la tarde solo para mí. Me pondría una buena peli y me haría un limpieza facial. ¿Y después?
Simplemente me miraría en el espejo para tratar de averiguar qué es lo que necesita mi piel. ¿Una limpieza profunda, hidratación o luminosidad? Y según eso, crearía mi rutina de domingo. La que estoy siguiendo justo ahora y compartiendo con vosotros es una rutina hidratante-iluminadora. Porque eso siempre viene bien.
Lleves o no maquillaje, debes limpiarte el rostro con precisión. Si necesitas desmaquillarte, utiliza un aceite desmaquillante o un bálsamo desmaquillante, seguido de un gel limpiador o una leche desmaquillante.
Durante la semana no le presto ninguna atención a mi contorno de ojos. Por eso el domingo lo cuido con una mascarilla para contorno de ojos. Me encantan los parches de gel llenos de ingredientes hidratantes, alisadores e iluminadores. El resultado se nota en tan solo unos minutos. Y, sobre todo, no te olvides de masajear bien los restos de la mascarilla sobre la piel para no desperdiciar ni una gota de producto.
Ahora mírate bien en el espejo y averigua qué es lo que necesitas en ese momento. ¿Tener varios miles de euros en la cuenta y un anillo de diamantes? ¿Eso es? Por desgracia, eso no lo podemos resolver en quince minutos, pero el estado de tu piel sí. Elige una mascarilla facial adecuada y aplícala sobre el rostro. Recuerda que no deberías dejar actuar las mascarillas de arcilla o las mascarillas faciales exfoliantes durante un tiempo superior al que se recomienda en el envase, pues podrían dejarte el rostro enrojecido o reseco.
Sea cuál sea tu objetivo respecto al cuidado de tu piel, una bruma hidratante o un tónico facial son siempre buena idea. Nunca viene mal una dosis extra de sustancias activas. Si tu tónico no viene en spray, vierte unas gotas en las palmas de las manos y masajea el rostro.
Ya estamos en la recta final, que es una crema facial que cubra a la perfección todos los elixires aplicados. Así podrán hacer su trabajo como es debido para que comiences la nueva semana laboral con un aspecto fresco y descansado. Si los momentos que te dedicas a ti misma son por la tarde, por la noche puedes utilizar un tónico o una esencia y añadir una crema de noche. ¡Lo importante es mimarte al máximo!
Sin duda, estos momentos de autocuidado del domingo merecen mucho la pena. No solo porque bajas ritmo y te centras en ti misma, sino porque, sobre todo, podrás disfrutar de un aspecto estupendo durante toda la semana. ¡Lo hemos comprobado!