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Belleza natural: ¡Aquí tienes unos trucos para conseguir una piel fresca y joven sin intervenciones estéticas ni bótox!

2/5/2025

Iva Davies

Lectura 6 minutos

Envejecer es un privilegio que no se le concede a todo el mundo. Así que vamos a disfrutarlo al máximo con una piel fresca y tersa. Cómo conseguirlo solo depende de nosotras. ¿Bótox y rellenos? Sin problema. ¿Una rutina de cuidado de la piel llena de mimo? Hoy nos centraremos en esto último.

El envejecimiento no es un error del sistema, es una prueba de que estamos vivas. En lugar de preocuparte por las primeras arrugas, trata de apreciar la tranquilidad que viene con la edad. ¿Las inseguridades de la juventud? Hace tiempo que las hemos cambiado por confianza y perspectiva. ¿Y sabes una cosa? ¡Yo no volvería atrás! Quizá tengamos unas arrugas más, pero, a cambio, contamos con la experiencia, algo que ninguna crema te puede dar. 

¿Cómo envejecemos? Eso es algo personal de cada persona. Algunas recurren al bótox, otras, a su crema favorita, y otras, al buen humor. Y todas las opciones están bien. Así que vamos a ver cómo mantener nuestra piel joven y fresca sin tener que pasar por una clínica de belleza, ya que la belleza tiene que ver con cómo nos sentimos, y eso es algo que todas podemos controlar.

El SPF es fundamental, ¡incluso cuando llueve!

Sí, lo has escuchado cientos de veces, pero la repetición es la madre de la eterna juventud: el sol es el responsable de hasta el 80 % del envejecimiento prematuro de la piel. Una crema con un factor de protección del 30 como mínimo (idealmente del 50) es tu mejor aliada antienvejecimiento. Póntela absolutamente todos los días. 

Retinol: un milagro en un frasco

Si tú también te ponías películas en videocasete en casa, el retinol debería ocupar un lugar de honor en tu tocador, ya que estimula la producción de colágeno, suaviza las arrugas y unifica el tono de la piel. Si tienes la piel sensible, comienza aplicando una concentración más baja y utilízalo solo un par de veces a la semana. Y no te olvides de que es absolutamente imprescindible llevar SPF si utilizas retinoides.

Ceramidas y péptidos

Parecen nombres salidos de una película de ciencia ficción futurista, pero en realidad son ases en la manga que te ayudarán a conseguir una piel flexible y jugosa. Las ceramidas son los guardaespaldas de la barrera cutánea, pues la protegen de la sequedad, la calman y ayudan a retener la hidratación donde tiene que estar. ¿Y los péptidos? Son pequeños motivadores bioquímicos que se pasean por la piel y van diciendo: «¡Venga, a producir más colágeno!» Y la piel dice: «Bueno, pues vale». Y juntos hacen milagros. Ayudan a reafirmar y alisar la piel, aportándole una sensación de frescor sin una sola inyección.

Masajes y yoga facial

A tu piel le gusta el movimiento tanto como a tu cuerpo. Realizar un masaje regular, ya sea con las manos o con una piedra gua sha, mejora la irrigación, estimula el sistema linfático y «eleva» literalmente los contornos del rostro. También puedes incorporar en tu rutina un poco de yoga facial para conseguir un «lifting natural».

Hidratación por dentro y por fuera

Bebe agua (por desgracia el café no cuenta para la ingesta de líquidos diaria), pues la piel hidratada es flexible, jugosa y menos propensa a la formación de arrugas. Por fuera, busca sérums con ácido hialurónico y no te olvides de retener la humedad en la piel con ayuda de una crema de buena calidad.

Dormir no es solo cosa de niños

Por algo se habla del «sueño reparador». Durante las horas de sueño, el cuerpo se regenera, produce colágeno y melatonina, unos potentes antioxidantes. Duerme 7–8 horas al día e invierte en una almohada de buena calidad, pues una funda de seda es un extra contra las rozaduras y las arrugas. Y no te olvides de aplicar un spray para almohada para dormir como un bebé.

Nada de maquillaje

En lugar de aplicar capas gruesas de maquillaje, prueba el método «skin first», cuyo objetivo no es cubrir, sino iluminar. Si aplicas con precisión productos ligeros en capas finas, tu piel se iluminará de inmediato. Una crema con color, un colorete en crema, iluminador sobre los pómulos, un rizador de pestañas y una máscara de pestañas es todo lo que necesitas para lucir un aspecto joven, fresco y natural.

¿Qué significa todo esto? Que tener la piel fresca no es una cuestión de edad ni de intervenciones cosméticas. Basta con un par de pasos bien dados, un poco de cuidado y, sobre todo, una actitud libre de estrés y ansias de perfección: el SPF de base, las ceramidas para proteger y los péptidos para apoyar. Y, mientras tanto, no dudes en tomarte un café y una tarta, sonreír a tus arrugas y recordarte a ti misma que puedes estar radiante a cualquier edad. La belleza no reside en una inyección, sino en cómo te tratas a ti misma. ¿Y si algún día no te sientes totalmente «glowy»? Entonces disfruta de una mascarilla o date un descanso. O las dos cosas, pues eso también está bien.